Un vistazo a los alimentos del futuro: salud y sostenibilidad de la mano

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Un vistazo a los alimentos del futuro: salud y sostenibilidad de la mano

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La industria alimentaria se enfrenta al desafío de nutrir a una creciente población mundial de manera sostenible, y los alimentos del futuro prometen ser seguros y amigables con el medio ambiente. Conozca cómo la innovación y la conciencia ambiental están dando forma a una nueva forma de comer.

La industria alimentaria ha enfrentado en los últimos años el reto de garantizar la nutrición de la creciente tasa poblacional, con una conciencia ambiental que permita garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y el bienestar de las personas. Esta es la base para hablar de los alimentos del futuro que será principalmente seguros, saludables, limpios, regenerativos, frescos, nutritivos, personalizados, neutros en carbono y actuarán como medicina preventiva, tal como se definió en el informe KM ZERO de la organización Food Innovation Hub, una iniciativa dedicada a apoyar soluciones para el sector de la alimentación.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se estima que en 2050 se incrementará en un 70% la producción de alimentos para abastecer los 9.700 millones de habitantes que tendrá la tierra, una cifra preocupante por la limitación de recursos y el impacto ambiental que genera esta industria, la cual es responsable del 30% del consumo energético mundial y de un 22% de los gases que generan el calentamiento global, como por ejemplo, el óxido nitroso, generado por los fertilizantes en la producción de cultivos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la manera de alimentarnos es variada a nivel mundial y la globalización ha influido para conocer y tener la posibilidad de tener acceso a nuevas culturas gastronómicas y tendencias alimentarias, logrando que se puedan utilizar otros ingredientes saludables en la alimentación.

Para Joaquín Suárez, gastrónomo y Gerente de Gastronomía de Sodexo, es fundamental conjugar el cuidado del medio ambiente, reduciendo la huella de carbono y siendo más conscientes con la alimentación saludable, preparando versiones de comidas populares y platos fritos con recetas nuevas e innovadoras, “cuando se habla de parrilla, solamente se piensa en ciertos productos de origen animal, pero se puede trabajar una variedad de champiñones, una berenjena, un zucchini verde o amarillo, y otros ingredientes que puedan brillar de la mano de una preparación adecuada” afirma.

El reto, además, está en implementar esta mentalidad en nuestro menú diario, quitando la idea de que las dietas a base de vegetales son más costosas, y ampliar el espectro gastronómico con otros componentes que pueden complementar y acompañar nuestras preparaciones diarias. Esto se puede ver en la agricultura ecológica, que obtiene productos agrarios mediante el uso de técnicas naturales, evitando el uso de productos químicos y aplicando prácticas alineadas al ecosistema, produciendo alimentos más saludables y nutritivos.

En cuanto a mejoras alimentarias, esta empresa experta en servicios de alimentación, considera que también se debe contemplar la reducción de grasas, azúcares y sal, experimentando alternativas como vegetales deshidratados o preparándolos de una forma distinta para darle un sabor especial, resaltando y activando los componentes naturales de cada alimento y mostrando que los vegetales no solo son complementos del plato, sino un elemento fundamental para dar sabor y variedad a la comida.

También hay que tener en cuenta otros ingredientes como las semillas o los frutos secos, que pueden dar una textura y sabor diferente, así como aportar una gran carga nutricional de proteínas, calcio, fósforo, hierro, entre otros.

Lea también: Desperdicio de alimentos: ¿cuánto le cuesta a la economía mundial?

¿Cuáles son los retos para los alimentos del futuro?

Por esta razón, los desafíos que enfrentarán los alimentos del futuro serán:

Mejorar de manera sostenible la productividad agrícola para satisfacer la creciente demanda.
Garantizar una base de recursos naturales mediante el uso sostenible de los mismos y hacer frente al cambio climático.
La intensificación de los desastres que esto conlleva, creando alternativas que procuren reducir la desigualdad alimentaria.

Además, Suárez enfatiza que existen pautas para cocinar y cuidar el planeta, tales como aprender sobre los ingredientes que aportan al planeta, preparar comidas a base de plantas para tener un mayor impacto climático, preparar nuevas versiones de comida popular que mejoren la nutrición y utilizar otras fuentes de proteínas como los fríjoles, las lentejas o purés a base de guisantes, garbanzos, hummus y aguacates, esto en lugar de mantequilla.

También se debe tener en cuenta el tema de los desperdicios generados a la hora de cocinar, pues de acuerdo a datos entregados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se calcula que a nivel mundial un tercio de todos los alimentos es desperdiciado, lo que equivale a un promedio de 1.300 millones de toneladas de comida, lo que representa el mal uso de recursos de producción como mano de obra, energía, agua y el aumento innecesario de emisiones efecto invernadero.

Es por esto que Sodexo implementó a nivel mundial su programa de prevención de desperdicio Waste-Watch, que mide, controla y reduce los residuos orgánicos en las operaciones de sus clientes. Así, la multinacional francesa ha logrado la disminución de hasta un 30% de los residuos orgánicos, generando beneficios directos a los clientes como el ahorro de costos de los alimentos y tiempo operativo, pues solo se compra y se cocina el alimento necesario para cada jornada de servicio.

Por otra parte, este programa ha permitido transformar la concepción y el uso final de ciertos residuos de alimentos, como las cáscaras del banano, de la zanahoria, de la naranja y del limón. Estos, con una debida preparación, se convierten en un ingrediente delicioso e innovador en diferentes recetas, como por ejemplo, la torta de zanahoria, de banano, entre otras, reduciendo así la sobra limpia y beneficiando tanto a clientes, comensales y al medio ambiente.

Finalmente, el reto para el mundo de la cocina es presentar estas alternativas como opciones atrayentes que hagan que el comensal quiera probarlas y que puedan crear una conciencia de qué es lo que se requiere para mejorar la calidad de vida de cada persona y cuidar el planeta tierra al mismo tiempo.