Innovación en la industria de alimentos para un futuro sostenible

Enfrentando retos cruciales en la protección de recursos naturales y el suministro de alimentos a nivel nacional e internacional, la industria de alimentos se apoya en la innovación para alcanzar la sostenibilidad.

Para responder a las dinámicas cambiantes de un mundo en constante evolución, la industria de alimentos enfrenta retos importantes respecto a la protección de los recursos naturales, a la par que se suplen las necesidades alimenticias de la población nacional e internacional. Bajo este escenario, la industria busca mejorar la forma en que se producen, se distribuyen y se consumen los alimentos; y es allí donde la innovación se convierte en un aliado imprescindible para promover la sostenibilidad de las empresas.

La innovación en la industria de alimentos va más allá de crear nuevos productos o nuevas experiencias de consumo. La innovación es un elemento que permite trascender los lineamientos operativos tradicionales con el objetivo de transformar todas las etapas en la cadena de valor, desde el aumento de la eficiencia en la producción de materias primas agrícola, pecuarias e insumos, pasando por la mejora en la fabricación industrial, considerando el desafío del desperdicio de alimentos, hasta llegar finalmente al consumidor para garantizar la entrega de un portafolio amplio y diverso.

Como lo reflexionamos recientemente el IV Congreso de Agro+Industria desarrollado por la ANDI, en las primeras etapas de la cadena de valor, se busca que la actividad agrícola y pecuaria pueda reducir la huella ambiental con mejores prácticas de producción y circuitos de comercialización más cortos. En estas etapas se requiere la implementación de biotecnología, investigación aplicada, mecanización agrícola y la vinculación de los jóvenes al campo para diseñar procesos productivos basados en técnicas de producción sostenible, uso eficiente del agua, reducción de huella de carbono y mejoras en los procesos de agro logística. Estos métodos, en gran medida, aumentan la productividad del sector en un marco de sostenibilidad. 

Trabajar desde la innovación y desarrollo implica también pensar en formas adecuadas de diseñar los empaques, ser cuidadosos en la composición nutricional de los alimentos, en promover nuevos procesos de formulación, acelerar la modernización industrial y redefinir el tamaño de las porciones. Estas son decisiones que responden a importantes desarrollos tecnológicos que surgen desde la innovación y la ciencia de los alimentos. 

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Frente al consumo y disfrute de los alimentos, debemos tener en cuenta que según la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), a lo largo de los procesos de recolección, producción y distribución, se desperdician alrededor de 9,76 millones de toneladas de comida al año en Colombia. Para combatir esta preocupación, la industria puede trabajar en soluciones como el upcycling o la donación de alimentos, así como hacer pedagogía entre el consumidor para procurar la vida útil del alimento. De este modo, se contribuye a reducir este desperdicio y crear consciencia en la importancia de afrontar problemáticas como el hambre y la desnutrición.

En las etapas posteriores de la cadena de valor, la salud y el bienestar del consumidor juegan un papel fundamental para mantener la labor de alimentar a Colombia y el mundo. La innovación en el portafolio de productos que inicia desde la formulación de alimentos con mejores ingredientes, la exploración de nuevos sabores, de acuerdo con la biodiversidad y los saberes de los territorios y la creación de productos diferenciadores, procuran el bienestar y la satisfacción de las necesidades nutricionales de las poblaciones.

En definitiva, para el 2024 estamos llamados a considerar que la innovación es esencial para potenciar las formas de sostenibilidad dentro de la cadena de suministro de alimentos. Para abordar los desafíos actuales y futuros de la industria, seguimos fomentando la creatividad, la adopción de nuevas tecnologías y la articulación dinámica de los actores del sector. Al hacerlo, no solo se garantiza un abastecimiento de alimentos adecuado, sino también una reducción del impacto ambiental y una mejora en la calidad de vida de todos.