Estrategias que impactan a la industria de alimentos en Ecuador

Por: Christian Wahli H. Presidente ejecutivo Asociación Nacional de Fabricantes de alimentos y bebidas en Ecuador La industria agroalimentaria del Ecuador es como en muchos paí­ses de la región el sector manufacturero más importante del paí­s no solamente en términos de contribución al PIB, también es el más grande empleador, eso sin contar con los puestos de trabajo generados en la cadena de valor de esta industria. Durante los últimos años, la industria agroalimentaria ha logrado crecimientos importantes con cifras bordeando el 7% anual.Sin embargo, a finales del año 2014, se introdujo un sistema gráfico denominado semáforo que ilustra tres nutrientes considerados como crí­ticos (azúcar, sal y grasa) que según una tabla nutricional establecida por 100 gr/ml de producto determina los valores altos, medianos y bajos (coloreados respectivamente en rojo, amarillo y verde). Este sistema gráfico frenó definitivamente el crecimiento de las ventas. Un decrecimiento del orden del 10-12 por ciento se hizo notar especialmente en los sectores lácteos (yogures y bebidas lácteas) reduciendo por las mismas el consumo de leche y creando serios problemas en el campo. Por otra parte, en la categorí­a de cereales para el desayuno fue castigada en un rango de 10 a 12 por ciento. Siendo Ecuador el primer paí­s en tener este sistema de etiquetado nutricional, me parece interesante compartir la experiencia después de un año de puesta en marcha de manera obligatoria. Es evidente que un diseño de esta caracterí­sticas llame la atención del consumidor. Más del 70 por ciento de ellos lo reconocen y un 60 por ciento lo consideran de cierta utilidad. Un 40 por ciento de los consumidores no cambió sus hábitos de compra contra un 35 por ciento que cambió ciertos productos. Por su forma simplista y la poca comunicación/educación que acompañó su puesta en marcha afectó categorí­as de productos que el consumidor consideraba como muy saludables, como es el caso de los yogures. En este caso el consumidor se asusta ver un semáforo rojo en azúcar (azúcar natural de la leche + azúcar añadido) y en grasa (grasa natural de la leche). El problema se genera porque la tabla nutricional (OPS) que determina el color del semáforo está pidida entre alimentos sólidos y bebidas (la diferencia de contenido de nutrientes crí­ticos entre las dos categorí­as va del simple en el caso de las bebidas al doble en el caso de alimentos sólidos). En el caso del Ecuador se ubicó los productos lácteos lí­quidos en la categorí­a de las bebidas en la misma categorí­a de las bebidas azucaradas y sodas. Es evidente que los productos lácteos al contrario de las bebidas azucaradas llevan nutrientes, vitaminas y minerales que hace de esta categorí­a una categorí­a de bebidas aparte. Si desde el inicio se hubiera categorizado el yogur como un alimento, nada hubiera pasado en cuanto al consumo y por ende no hubiera habido tal afectación en el campo. Es una pena puesto que hemos privado al consumidor de un alimento altamente saludable por su aporte en nutriente y bacterias vivas. Por obvias razones, la implementación del sistema gráfico nutricional obligó a la industria a realizar un fuerte trabajo de adaptación de sus fórmulas. En todas las categorí­as de productos hubo un trabajo de adaptación para salir de la zona roja. Por suerte, durante los últimos años la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (ANFAB) logró en un trabajo conjunto con las autoridades elaborar un nuevo sistema de comercialización (registro sanitario) mucho más ágil ("automático") basado en la aplicación de BPM´s por parte de la industria acompañado de controles en el comercio y las fábricas por parte de las autoridades de control. Eso permitió acelerar las autorizaciones de comercialización exigidas por las reformulaciones. De esta manera no hubo en ningún momento desabastecimiento en el mercado. Durante los últimos años, la industria agroalimentaria ha logrado crecimientos importantes con cifras bordeando el 7% anual.