En marcha la primera fábrica de harina de trigo sin glúten del mundo 

La startup Bread Free anunció el inicio de obras de la primera planta mundial de harina de trigo 100% libre de gluten, marcando un hito en la industria alimentaria.

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La start up española Bread Free comenzó la construcción de lo que será la primera planta de producción de harina de trigo sin gluten en el mundo. Este proyecto, que ha estado en desarrollo durante más de un año, promete transformar la industria alimentaria, ofreciendo nuevas alternativas para personas con intolerancia al gluten.

El director de I+D de Europastry, Jordi Caballero, destacó el potencial de esta iniciativa desde sus inicios, subrayando la importancia de innovar en el sector del pan y la repostería. La planta no solo se enfocará en la producción de harina sin gluten, sino que también buscará mejorar la calidad y el sabor de los productos libres de esta proteína.

La decisión de construir esta planta surge tras un periodo de investigación y desarrollo intensivo, durante el cual Bread Free logró perfeccionar una técnica única para eliminar el gluten del trigo sin alterar sus propiedades nutricionales ni su sabor. Este avance representa un gran paso hacia adelante para aquellos que buscan dietas alternativas.

Ubicada en Tudela, Navarra, la planta de Bread Free está diseñada para ser un modelo de sostenibilidad y eficiencia. Utilizará tecnologías avanzadas para minimizar su impacto ambiental, incluyendo el reciclaje de agua y el uso de energías renovables. La empresa espera que su enfoque innovador sirva de inspiración para otras compañías en el sector.

Con una inversión significativa, Bread Free no solo busca satisfacer la creciente demanda de productos sin gluten, sino también impulsar la investigación y el desarrollo de nuevas soluciones alimentarias. La empresa tiene planes de expandir su alcance a nivel internacional, llevando sus productos innovadores a mercados en todo el mundo.

La apertura de la planta está prevista para finales de este año, con expectativas de crear numerosos empleos y contribuir significativamente a la economía local. Este proyecto ha generado gran expectación, tanto en el sector alimentario como entre los consumidores, ansiosos por acceder a productos de trigo sin gluten que no comprometan el sabor ni la calidad.