Colombia volverá a exportar pasilla de café

La pasilla, comúnmente conocidas como granos de menor calidad, serán nuevamente exportadas debido a las modificaciones que buscan flexibilizar la regulación interna, con respecto a la compra y exportación de café que se ha visto afectado a raí­z del Fenómeno de 'El Niño'.

La decisión fue tomada el pasado jueves por parte del Comité Nacional de Cafeteros, quien dio ví­a libre a la exportación de coproductos, manteniendo los controles fitosanitarios y de humedad del caso. "La medida busca facilitar la comercialización de diferentes calidades de café", explicó la Federación Nacional de Cafeteros.

Esta modificación se ha convertido en una forma tradicional de comercializar el café. Es una de las medidas tomadas por el gremio para contrarrestar los efectos en el sector del Fenómeno de El Niño, que ha afectado el ingreso cafetero ante una mayor producción de cafés averanados y brocados (livianos y malformados), en la cosecha de este segundo semestre. Esto viene disminuyendo la calidad y se da paso a las pasillas, lo que se castiga en el precio final.

"La Federación sigue garantizando la calidad de la pasilla para que la prima, que reconoce el mercado al café colombiano, no se ponga en riesgo. Hay que tener en cuenta que el comprador de pasillas es distinto al de excelso. Colombia ya habí­a exportado pasilla años atrás, sin ningún problema. Es más, todos los paí­ses productores, como los centroamericanos, lo hacen" dijo el representante de Risaralda en el Comité Nacional de Cafeteros (CNC), Alejandro Corrales.

Estas medidas no eran tomadas desde los años 40 y 50, cuando ese coproducto salí­a con la denominación "Product of Colombia. Sin embargo, esta nueva medida espera llevarse a cabo a partir de los primeros dí­as de noviembre, después de ajustarse algunos esquemas de comercialización, y la capacitación respectiva que se impartirá para que la pasilla cumpla los controles fitosanitarios y de humedad requeridos.

Por otro lado, la decisión de permitir la exportación legal de pasillas, abre una gran puerta para un mercado de café colombiano que puede resultar altamente positivo para los caficultores colombianos, no solo ahora que el grano se ‘veraneó', sino en el futuro, cuando las condiciones de costos de producción no le permitan al campesino producir un café grande, excelso, de alta calidad.