¿Qué es la polinización de precisión?

En medio de una crisis ambiental por la disminución en la población mundial de polinizadores, la polinización de precisión se alza como una solución eficiente para la sostenibilidad en horticultura.

En 2020, un estudio realizado por la Academia China de Ciencias en Yunnan, en China, reveló que existe una creciente presión en las poblaciones de abejas en el mundo, lo que supone una catástrofe para la agricultura humana. Estos animales, que son los polinizadores más eficientes en el reino animal, enfrentan la destrucción de su hábitat y el aumento de pesticidas, por lo que la diversidad horticultural del planeta se ve amenazada. 

Si bien hay otras especies que polinizan, como las avispas, mariposas y algunas moscas, ninguna es capaz de hacerlo a la escala y eficiencia de las abejas, por lo que es vital su conservación. No obstante, es posible aliviar la presión sobre esta vital especie animal por medio de una técnica conocida como polinización de precisión, eliminando la necesidad de químicos y evitando la destrucción de colonias de abejas.

Así funciona la polinización de precisión

En principio, la polinización de precisión (o polinización artificial) busca diseminar polen en cultivos por medio de herramientas mecánicas o métodos eficientes. Existen múltiples caminos para polinizar artificialmente, algunos de estos son: 

• Cañones de precisión: los agricultores usan un carrito armado con unos pequeños cañones cargados con polen. Estos recorren los cultivos y, por medio de disparos precisos, en combinación con factores como el viento, se busca que el polen se expanda por los cultivos y que estos se polinicen, asegurando la reproducción horticultural. 
• Pulverizadores electroestáticos: de manera similar a los cañones, el polen se diluye en una solución que luego se disemina por medio de estos dispositivos. Se puede hacer de manera manual o automatizada.
• Entrenamiento de abejas: según un estudio argentino, es posible enseñar a las abejas a reconocer olores. Al incentivar la búsqueda de estos olores, que deben ser los de los cultivos de interés, con recompensas, las abejas aumentan notablemente su productividad.

Estos métodos potencialmente podrían eliminar la dependencia de la agricultura en biopolinizadores como los insectos, protegiendo sus poblaciones y el equilibrio ecosistémico. Igualmente, podrían reducir la mano de obra, abaratando costos a largo plazo.