Índice de precios de alimentos de la FAO 2023 (Actualización)

Los aceites vegetales, los productos lácteos y el azúcar lideraron la caída de los precios a enero de 2023, mientras que la carne y los cereales se mantuvieron estables.

Los precios mundiales de materias primas alimentarias se han visto afectados por una nueva caída en enero de 2023. Según el índice de la FAO, los precios de los alimentos promediaron 131,2 puntos en el primer mes del año, lo que equivale a una disminución de 1,1 puntos (0,8 %) en comparación con diciembre de 2022.

La caída de los precios de los alimentos sigue su tendencia desde su máximo histórico en marzo de 2022, cuando los precios generales se vieron afectados por el conflicto Rusia - Ucrania y su posterior presión sobre el comercio de productos básicos clave como el trigo y el aceite de girasol. A pesar de que los precios generales comenzaron a subir después de la pandemia de Covid-19 entre 2020 y 2021, todavía se encontraban por debajo del techo de 2022.

El índice de la FAO ha caído 28,6 puntos (17,9 %) desde su máximo decrecimiento en marzo de 2022, además de un 4,4 puntos (3,2 %) con respecto a enero de 2022. De los cinco productos básicos que conforman el índice, los aceites vegetales, los productos lácteos y el azúcar lideraron la caída de los precios, mientras que la carne y los cereales se mantuvieron estables.

El índice de precios para los aceites vegetales disminuyó un 2,9 % en diciembre y se encuentra casi un 25 % por debajo de los niveles de enero de 2022. La disminución se debe a los precios más bajos de los aceites de palma, soja, girasol y colza, debido a una moderada demanda de importación y amplias disponibilidades de exportación.

En el caso de los productos lácteos, la disminución del 1,4 % se debe a la menor demanda de los principales importadores y al aumento de la oferta de Nueva Zelanda. Por su parte, la caída del 1,1 % en el índice de precios de la FAO para el azúcar se debe a las condiciones climáticas en Brasil y al progreso de la cosecha en Tailandia.

La carne y los cereales se mantuvieron esencialmente sin cambios, aunque los precios de la carne bajaron un 0,1 % debido a las amplias disponibilidades de exportación. Mientras que los cereales presentaron un panorama más complejo, con los precios internacionales del trigo disminuyendo un 2,5 % (lo que repercute en el descenso de la cebada en un 1,0 %) y los precios internacionales del arroz aumentando un 6,2 %, esto gracias a una fuerte demanda asiática.