En la cuerda floja sector de enlatados por nuevos aranceles en EE.UU

La propuesta de aranceles al acero de estaño por parte de la administración Biden podría elevar los costos de los alimentos enlatados hasta en un 30% y afectar empleos.

La reciente propuesta de la administración Biden de imponer aranceles al acero de estaño ha generado una ola de preocupación en la industria de bienes de consumo envasados (CPG). Esta medida, que busca fortalecer la producción nacional, podría tener consecuencias significativas en los precios de los productos enlatados y en la dinámica del empleo en el sector.

Según expertos de la industria, la implementación de estos aranceles, que afectarían principalmente las importaciones de Canadá, China y Alemania, podría resultar en un aumento sustancial en los costos de producción. Esto se traduciría en un incremento en los precios al consumidor de una variedad de alimentos y bebidas enlatadas.

La Consumer Brands Association (CBA), una voz líder en la industria alimentaria, ha expresado su preocupación por el impacto potencial de estos aranceles. Aunque apoyan las iniciativas de fortalecimiento de las cadenas de suministro nacionales, advierten sobre las posibles repercusiones negativas en los empleos manufactureros y la estabilidad de la cadena de suministro.

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El acero de estaño es un componente crítico en la fabricación de latas para alimentos y bebidas. Actualmente, Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones para satisfacer su demanda, y la imposición de aranceles podría complicar aún más esta dependencia.

La propuesta de aranceles surge en un contexto donde la Casa Blanca busca reforzar la cadena de suministro nacional a través de diversas inversiones y políticas. Sin embargo, la industria alimentaria se enfrenta al desafío de equilibrar estas políticas con la necesidad de mantener precios accesibles y empleos estables.

Un estudio interno de la CBA sugiere que los precios de los productos enlatados podrían aumentar hasta un 30% por unidad, lo que representa un incremento significativo para el consumidor final. Esta alza en los precios no solo afectaría a los consumidores, sino que también podría tener un impacto en la competitividad de los productos estadounidenses en el mercado global.

Además, la industria alimentaria advierte que estos aranceles podrían incentivar un mayor volumen de importaciones desde países no afectados por las tarifas, como China, alterando así el equilibrio comercial y la producción nacional.

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