ED 67: eduque y reinará

Desde hace unas semanas, la palabra "ultraprocesados" ha estado en boca de los colombianos debido a una campaña que lanzó RedPapaz, una corporación sin ánimo de lucro fundada en el 2003 que tiene como propósito proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes en Colombia. La campaña aboga por eliminar la publicidad de los alimentos "ultraprocesados" en los medios, debido a los altos í­ndices de obesidad, diabetes y otras enfermedades causadas por grasas y azúcares, entre otros. Si bien la campaña es válida y se fundamenta desde el cuidado y protección a los menores de edad, si llama mucho la atención los malos entendidos y desconocimiento que ha despertado en los consumidores. Hace unos dí­as, Jairo Romero, presidente de la Asociación Latinoamericana de Ciencia y Tecnologí­a de Alimentos ALACCTA, recordaba un video que habí­a encontrado en redes sociales, en el que un joven le prendí­a fuego a un snack y repetí­a en persas ocasiones  que el producto, al hacer contacto con el fuego, olí­a a plástico quemado. Lo sorprendente del video no fue el video de por sí­, fue la cantidad de reproducciones y suposiciones que despertó en los consumidores, pero sobre todo, la mal-información que despertó. Y si bien este es solo un caso, las redes sociales, la democratización de la información, el acceso a esta, pero sobre todo, el voz a voz, ha logrado poner a la industria procesadora de alimentos en el ojo del huracán. Las campañas, los influenciadores en redes sociales y la falta de información está poniendo en boca a la industria y dejando por fuera de la discusión a la ciencia y a la tecnologí­a. Entonces, cabe preguntarse, ¿qué va a hacer la industria con tanta información desarticulada rodando de boca en boca de sus consumidores? ¿Dónde está la fundamentación desde la ciencia para demostrar que una papa frita no necesariamente huele a plástico cuando se pone en contacto con el fuego? ¿Cuándo van a sentarse a discutir, desde la ciencia, desde la tecnologí­a y desde la nutrición frente a los medios masivos, para educar a sus consumidores? El secreto está en la educación y en enseñar, con la ciencia como herramienta probatoria, que la industria procesadora de alimentos no es un enemigo del consumidor, y mucho menos de los menores o los jóvenes. Ser transparente, hablar con la verdad y ser explicativos frente a sus procesos y sus productos, puede ayudar a desmitificar lo que pasa puertas para adentro de cualquier industria de alimentos. La responsabilidad de educar también es de la industria.