Para los productores será fundamental comprender el mo¬vimiento que está dando forma al paisaje de la industria alimentaria en el continente.
Las investigaciones publicadas recientemente por DuPont revelaron un mayor interés por los productos de origen vegetal en América Latina. Colombia, Brasil y Argentina lideran la tendencia, con el 78 %, 67 % y 65 % de sus consumidores interesados en productos de proteínas alternativas.
Otra investigación, llevada a cabo por la proveedora de ingredientes, Ingredion, en asociación con la consultora de mercado Opinaia, mostró que el 90 % de los encuestados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú desean consumir más alimentos de origen vegetal. Las cifras son significativas, sobre todo si se tiene en cuenta que los principales hábitos y tradiciones alimentarias de la región en torno a los alimentos están profundamente arraigados en el consumo de proteínas de origen animal.
Si bien el consumo de carne sigue siendo elevado, el cambio en la otra dirección es indiscutible. El movimiento está impulsado por un aumento de las preocupaciones en materia de salud, que están asociadas a la ingesta de carne, junto con una mayor conciencia de las cuestiones ambientales y la emergencia climática. Sin embargo, la combinación de estos factores no hace que los consumidores abandonen la carne por completo, más bien, disminuyen su ingesta e incorporan más diversidad en sus dietas en forma de proteínas vegetales, en lo que se conoce como flexitarianismo.
La consolidación de los flexitarianos como un sólido grupo de consumidores fue responsable de la rápida expansión del sector de las proteínas alternativas. Según la encuesta de DuPont, están formados principalmente por millennials que buscan sustituir la carne por productos proteínicos alternativos que ofrezcan un sabor, una textura y un aspecto similares a los alimentos tradicionales de origen animal.
Satisfacer las demandas específicas de este nuevo grupo de consumidores es fundamental para conquistarlos y seguir expandiendo la industria de las proteínas alternativas.
La oportunidad de las plantas
La industria alimentaria se ha apresurado para aprovechar la oportunidad de satisfacer las necesidades de este nuevo grupo de consumidores. El mercado vio múltiples nuevas empresas que se expandieron rápidamente para suministrar al mercado una gran cantidad de productos proteínicos alternativos.
Ejemplos destacados en América Latina incluyen la Fazenda Futuro, de origen brasileño. Con menos de 2 años de existencia, esta empresa de tecnología de alimentos está valorada en 123 millones de dólares después de dos rondas de inversión exitosas y exporta sus productos proteínicos alternativos a ocho países diferentes, en América del Sur, Europa y Asia.
NotCo, empresa de origen chileno, utiliza la inteligencia artificial para seleccionar los ingredientes con el fin de crear productos de base vegetal que reproduzcan el olor, el sabor y la función de los productos tradicionales. Ya han lanzado productos como leche, mayonesa, helado y hamburguesa.
La empresa argentina Tomorrow Foods suministra a la industria de productos vegetales ingredientes únicos y se centra en aislamientos de proteína hechos de guisantes, arroz y garbanzos.
Más variedad en las estanterías no es la única oportunidad en el mercado de las proteínas alternativas. Si bien, la sustitución de las dietas basadas en carne, aves de corral, pescado y los productos lácteos podría provocar la pérdida de unos 4,3 millones de puestos de trabajo en la región para 2030, la adopción de alimentos vegetales cultivados con métodos agrícolas sostenibles puede generar 19 millones de nuevas oportunidades de empleo, según un estudio conjunto realizado por la Organización Internacional del Trabajo y el Banco Interamericano de Desarrollo. El informe también afirma que no hay garantías de que estos trabajadores emigren fácilmente de una zona a otra. Sería necesario invertir en capacitación para facilitar el proceso. Además, es fundamental para descarbonizar la economía de la región.
Otra ventaja que se está explorando en la región es la bioeconomía, un modelo económico que utiliza materias primas regenerativas para reemplazar los recursos fósiles y no renovables. Los estudios realizados por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que la bioeconomía genera alrededor de dos billones de euros y genera 22 millones de empleos en todo el mundo. Para 2030, se espera que las biotecnologías representen el 50 % de la producción agrícola. El estudio también afirma que el 2,7 % del PIB de sus estados miembros de la OCDE provendrá de la bioeconomía. En Estados Unidos ya representa el 5 % del PIB, según datos de las Academias de Ciencias, Ingeniería y Medicina.
Las razones para cambiar a dietas basadas en plantas son claras. El mercado está ansioso por una mayor variedad de productos que ofrezcan un sabor, una textura y un olor similares a los que los clientes están acostumbrados cuando comen carne. Ahora es necesario centrarse en las especificidades de cada país y desarrollar productos adaptados a las preferencias culturales. El desarrollo ulterior de los productos es fundamental para la expansión sostenida del sector de las proteínas alternativas en América Latina.